Armenia, 9 de marzo de 2022
“… todas las asociaciones tienden a un bien de cierta especie y el más importante de todos los bienes debe ser el objeto de la más importante de las asociaciones, de aquella que encierra a todas las demás y la cual se llama Estado y asociación política…”1i
En aras de lograr la mejor y más importante de las asociaciones Sindesena, sindicato mayoritario del SENA, desde el año 2004 decidió adherir a la campaña política del Polo Democrático Alternativo y en el 2009 tener candidato propio, designación que de manera unánime en Asamblea Nacional de Delegados, se hizo al compañero Wilson Arias Castillo.
En un año electoral como el presente, es frecuente escuchar de manera palmaria de afiliados a Sindesena o simplemente funcionarios del SENA que con tono de preocupación preguntan por qué el sindicato mayoritario de una entidad de formación profesional pública invita a participar en política.
Vamos por partes. En primer lugar, nos pondremos de acuerdo en la noción de política a la que hemos venido aportando en su construcción como sindicato de rama de los trabajadores de las entidades de Formación Profesional que funcionan en el país. Entendemos la Política como la actividad en la que los dirigentes y sus ciudadanos interactúan, comparten intereses y establecen compromisos para la promoción de la prosperidad general y el servicio a la comunidad a través de la garantía efectiva del cumplimiento de los derechos y deberes consagrados en la Constitución Política de Colombia.
En este sentido Sindesena con la participación efectiva de sus afiliados, se ha aproximado a congresistas o dirigentes políticos consecuentes con demandas concretas como: garantizar la existencia de la Entidad impidiendo desde el Congreso o desde el ejecutivo su privatización, manteniendo su carácter público, garantizando la totalidad del presupuesto requerido para su funcionamiento cada vigencia, no afectando su gratuidad, velando por la calidad de la formación profesional que imparte e impidiendo que se siga consumando la afectación del carácter laboral que le corresponde al contrato de aprendizaje.
Como pueden apreciar, a un estado de mayorías neoliberales corruptas, al que poco o nada le interesa la formación y calificación de la población más vulnerable y la existencia de una Entidad de Formación Profesional pública, gratuita, de calidad, con presencia en todo el país, que viene siendo
permeada por la politiquería y la corrupción característica de quienes dirigen la Nación, es indispensable que la comunidad educativa beneficiaria de los servicios del SENA fortalezca las opciones de interlocución con los gobiernos de turno a través de la elección y consolidación de una nueva dirigencia política comprometida con la soberanía nacional, la defensa de lo público y la justicia social para todos.
Ahora bien, a qué Estado aspiramos como colombianos conscientes preocupados por la consolidación de su territorio y por la respuesta que se brinda a la comunidad, desde luego que aspiramos a que se haga realidad la noción de Colombia un Estado de derecho, propuesta en la C.P.C de 1991:
“Colombia es un Estado Social de Derecho organizado en forma de República unitaria, descentralizada con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”.2ii
Como Estado social de derecho, toda su estructura debe estar orientada a la atención de las necesidades básicas insatisfechas, tanto económicas como sociales mediante la implementación de los mecanismos socioeconómicos efectivos que permitan la realización material de esos derechos, esto incluye el fomento y respeto de los derechos fundamentales.
La Corte Constitucional Colombiana ha afirmado que el Estado social de derecho no solo hace relación a la forma de organización política que tiene como uno de sus objetivos combatir las penurias económicas o sociales y las desventajas de diversos sectores, grupos o personas de la población, prestándoles asistencia y protección, sino que también debe ayudar a los más desfavorecidos y no como se ha hecho en esta pandemia que se privilegió a una minoría reconocida como los más ricos del país con recursos públicos y se condenó con el confinamiento, el desempleo y la falta de ingresos al grueso de la población al hambre y la penuria.
Se afirma que el propósito de los sindicatos es defender y promover los intereses de los trabajadores, que esto no puede llevarse a cabo sin organizarlos, y que sólo por medio de su propia organización podrán cambiar el mundo del trabajo, crear una sociedad más justa y conseguir plenamente el trabajo decente y de esta manera fortalecer la unidad de la nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político y económico social y justo.
Este modelo de país solo es posible si elegimos acertadamente a los hombres y mujeres que por su trayectoria y responsabilidad con el territorio y las comunidades han dado cuenta de su compromiso y su entereza para lograr que los cambios que se requieren se den en todos los poderes que configuran esta República se empiecen a evidenciar al día siguiente de las elecciones en las que acompañaremos el próximo 13 de marzo al Pacto Histórico con su consulta para elegir candidato a la presidencia y senadores de esta colectividad, comprometidos con la idea de un país para los colombianos incluyente, soberano, justo y equitativo para todos.