Ya desde hace algunos años, SINDESENA, como sindicato misional, el cual agremia a los servidores de las entidades de Formación Profesional existentes en nuestro país, asumió sin vacilación alguna, una postura clara, precisa y determinante en torno al rol protagónico que debía desempeñar la organización en el escenario político nacional. Ello, producto de las vastas e ingentes luchas que hemos librado en torno a la defensa de la naturaleza misional de la institución; su carácter público; la adecuada asignación del presupuesto; la formación profesional integral con calidad; la protección y fortalecimiento de la planta de personal; la recuperación del carácter laboral y formativo del contrato de aprendizaje, entre otras tantas banderas enarboladas en compañía de importantes actores vivos y dolientes de la comunidad educativa y la ciudadanía en general.
La defensa permanente y acérrima de la institución, nos ha llevado a seguir muy de cerca la dinámica interna legislativa, pues es en aquella corporación, donde en últimas, se tramitan y aprueban todas las iniciativas normativas que benefician o afectan la sociedad colombiana. Aunque, dicho sea de paso, desde hace varios lustros, brillan por su ausencia, propuestas y leyes que beneficien a la gran mayoría de los colombianos. Por el contrario, en correspondencia a la catadura de los últimos gobiernos y la composición mayoritaria del legislativo en esos periodos, los proyectos tramitados y aprobados han significado grandes retrocesos en materia de garantías y derechos para buena parte de los connacionales. Medidas retardatarias, representadas en el desmedro, marchitamiento y privatización de las entidades públicas creadas para satisfacer aquellas prerrogativas. No siendo el SENA la excepción.
Conscientes de la importante valía que representa el contar con voces parlamentarias consecuentes, que lleven el mensaje claro y directo al “máximo recinto de la democracia” de quienes sin temor alguno nos hemos declarado por convicción, defensores de la entidad. Nuestra organización desde otrora, con la total anuencia de sus bases, ha sostenido un diálogo continuo y trabajo mancomunado con congresistas preocupados por la salvaguarda del SENA como entidad pública gratuita y de calidad para todos los colombianos.
Coherentes con aquella determinación, no hemos dudado un segundo cuando las circunstancias históricas así nos lo han demandado, en participar sin dubitación alguna en diferentes contiendas electorales, acompañando propuestas y proyectos políticos democráticos que encarnan una visión de país absolutamente distinta a las que por décadas han gobernado.
Es así como en el año 2006, atendiendo el llamado que hicieran un amplio grupo de ciudadanos, sindicatos de base, movimientos sociales, partidos políticos, organizaciones estudiantiles, comunitarias, culturales. Desde las entrañas de nuestra organización uno de los más connotados dirigentes que ha tenido SINDESENA en toda su historia de lucha; Wilson Arias Castillo, decide atender el pedido de amplios sectores populares y aceptar la postulación de su nombre a un cargo de elección popular. Escaños que efectivamente ocupó en el año 2007, cuando fue electo como concejal de la Ciudad de Cali, en el año 2010 como representante a la Cámara por el Valle del Cauca y Senador de la República en el año 2018.
Igualmente, desde el movimiento estudiantil del SENA, han surgido notables liderazgos que como el del compañero Arias Castillo, su desempeño ha trascendido las huestes gremiales, para jugar un rol destacado como líderes sociales, tal es el caso de Alfredo Mondragón, quien ha abanderado loables causas en defensa de los sectores más desprotegidos, principalmente de la sociedad caleña y valle caucana. Lider social y político que en las contiendas electorales que ha afrontado, tuvo una altísima aceptación, obteniendo inclusive, una votación muy superior a dirigentes de partidos tradicionales con una vida política de larga data.
Por otra parte, es un secreto a gritos que, producto de las nefastas administraciones que han gobernado al país, se ha ocasionado en todos los órdenes de la sociedad, una ruptura irreparable. Son innumerables e incontrovertibles los hechos de saqueo del erario público, quiebra de la industria nacional en beneficio de grandes monopolios nacionales y foráneos, permisibilidad y connivencia de las élites políticas con el narcotráfico, fomento de grupos al margen de la Ley, masacres perpetradas por agentes del Estado y/o en coordinación con estructuras armadas delincuenciales, beneficios exorbitantes e injustificados al sector financiero monopolista, financiación de campañas presidenciales con dineros del narcotráfico, compra de testigos, persecución a contradictores y grupos de oposición, asesinatos extrajudiciales, continuando con un largo etc.
Grietas que se han potencializado con este último gobierno, debido a su incapacidad de gobernar de frente y para la ciudadanía, y su desconexión con las necesidades más sentidas de la población. Muestra de ello fue el catastrófico manejo económico, social y político de la pandemia y el tratamiento a las protestas sociales suscitadas en los años 2019 y 2021, en los que la población salió a reclamar sus derechos y la respuesta fue una brutal represión del Estado en cabeza de la fuerza pública. Sobre este último señalamiento hay abundante evidencia de la ejecución de crímenes de lesa humanidad por parte de agentes del Estado Colombiano, actos debidamente denunciados, constatados y acreditados por organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales.
Ante tan desolador panorama, un conjunto de organizaciones políticas, sociales y comunitarias, decidieron coincidir en un proyecto político de coalición, que le brindara al país una oportunidad real de llevar a cabo los cambios necesarios con el fin de trascender las grandes dificultades heredadas de gobiernos corruptos. Coalición a la que denominaron PACTO HISTÓRICO, presentando listas conjuntas para cámara de representantes en la mayoría de las regiones del país, lista única para senado de la República y consulta interna de precandidatos presidenciales en la jornada electoral del pasado 13 de marzo de 2021.
La respuesta por parte de la ciudadanía en apoyo al PACTO HISTÓRICO fue contundente, si bien en un inicio se dio a conocer a la opinión pública por parte de la registraduría, que el PACTO, había obtenido una votación que le otorgaba derecho a ocupar 20 escaños en Senado, y 25 en Cámara de Representantes. Hoy, después de las profusas denuncias de irregularidades en el cómputo de votos inicial, en detrimento de aquella colectividad y una vez realizados los escrutinios, sin conocerse aún datos oficiales de la Registraduria, se habla de un total de más de dos millones ochocientos mil votos (2.800.000) para el PACTO HISTÓRICO, lo que significaría que aquella fuerza tendría derecho a veinte (20) curules en la Cámara alta, así mismo se estima que un mayor número de Representantes a la Cámara, al previsto inicialmente, llevarían la vocería de esa fuerza en el Congreso de la República. Congresistas electos, entre los que se encuentran nuestros dignos representantes, Wilson Arias Castillo y Alfredo Mondragón Garzón.
La votación para la consulta presidencial de aquella colectividad resulta igualmente sorprendente, pues entre los cinco aspirantes, obtuvieron un total de cinco millones quinientos ochenta y cuatro mil setecientos cincuenta y ocho votos (5.584.758). Siendo finalmente electo como candidato Gustavo Petro Urrego, con cuatro millones cuatrocientos noventa y cinco mil ochocientos treinta y un votos (4.495.831). Otro hecho supremamente trascendental es que la segunda votación de la consulta; Francia Márquez Mina, quien en una acertada decisión fuera escogida como fórmula vicepresidencial de Petro, obtuvo mayor votación que, quien fuera electo como candidato de la coalición Centro Esperanza y de personajes curtidos en la política electoral y acompañados de grandes maquinarias, como el ex alcalde de Barranquilla Alex Char, el ex alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, el senador David Barguil y el ex Ministro Alejandro Gaviria.
Hoy las encuestas arrojan que Gustavo Petro y su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez Mina, lideran la intención de voto, pasando de un 32,1%, registrado en el sondeo previo a un 36,5% ósea suben 4,4 puntos porcentuales. Mientras su más inmediato perseguidor pasó de un 24.5% a un 23,8%. Lo que determina que el candidato con mayor proyección de crecimiento indudablemente es Gustavo Petro.
Teniendo en cuenta que nuestro compromiso como trabajadores sindicalizados y ciudadanos conscientes fue de vital importancia para obtener y consolidar los resultados obtenidos por el PACTO HISTÓRICO en la pasada jornada electoral del 13 de marzo.
En el marco de la Resolución No 182 de SINDESENA, aprobada por contundente mayoría en la XLIV ASAMBLEA NACIONAL DE DELEGADOS DE SINDESENA. Ratificamos nuestro irrestricto acompañamiento y respaldo al proyecto político PACTO HISTÓRICO, que encarna fielmente un nuevo contrato social en el país, soportado en el máximo respeto por la vida digna, la justicia social y climática, la diversidad, la democracia, la igualdad, el acceso democrático a la tierra, la economía del cuidado, la protección y valoración de la mujer, la salvaguarda del campo, la industria, el trabajo, la economía popular, el arte, el deporte, la implementación de la paz real y duradera. En fin, el histórico clamor de un gobierno de los de abajo, de los que no tienen voz; los y las nadie de este país.
En consecuencia, nuevamente hacemos el llamado a todos nuestros equipos, Comités, Juntas Subdirectivas y afiliados en general a que se sumen en compañía de sus familiares, amigos y allegados a los comités de campaña del PACTO HISTÓRICO en sus regiones, acompañando de manera decidida las tareas promovidas por aquellas instancias. Al igual que les invitamos a diseñar, organizar, divulgar y promover todas las actividades encaminadas a respaldar la candidatura a la presidencia de la República del PACTO HISTÓRICO en cabeza de Gustavo Petro Urrego.