Al tiempo que desde SINDESENA reconocemos que hasta el momento la administración del doctor Jorge Eduardo Londoño Ulloa se ha caracterizado por su disposición al diálogo, a la reflexión colectiva, a escuchar argumentaciones y denuncias que se presentan por parte de nuestra organización, rechazamos la innegable injerencia de algunos sectores políticos del Congreso de la República y del alto gobierno que han entorpecido el normal funcionamiento de la entidad, por lo que SINDESENA se ha declarado en máxima alerta con motivo de algunos acontecimientos que se han presentado en desarrollo del cambio de directivos, la contratación de instructores y de administrativos, que como lo hemos dicho, al parecer estarían siendo objeto de injerencia por parte de algunos partidos políticos, entre los que se menciona con mayor fuerza la Alianza Verde, partido al que pertenece el director general, quienes a través de sus representantes en el Congreso de la República estarían abrogándose irregularmente competencias en la administración del talento humano de la entidad al sugerir y/o presionar cambios y nombres de personas para ser encargadas o contratadas en las regionales y centros de formación.
Nuestra apuesta por el cambio incluye el relacionado con la forma de vinculación de los directores y subdirectores, de tal manera que su mérito no sea el color político, sino el conocimiento sobre la formación profesional y el dominio en la gerencia de lo público, donde entre otros, se respete el orden jerárquico de las normas, dado que llegan a una entidad del Estado; también le apostamos a la eliminación paulatina de la precarización laboral y ello involucra la contratación de que han sido objeto alrededor de treinta mil contratistas en el SENA, quienes cada año son sometidos a cambios en los criterios de contratación, que no siempre valoran el conocimiento y la experiencia en los asuntos relacionados con la formación profesional y en esta oportunidad además, en un acto de desconocimiento del lineamiento gubernamental de dignificar a los trabajadores, se desmejoran condiciones económicas de quienes se han desempeñado bien en la entidad so pretexto de garantizar los cacareados ahorros que a la postre se están traduciendo no en reducción de la burocracia sino en precarización de las condiciones de algunos trabajadores.