SINDESENA Valle expresa su más profundo dolor e indignación por el cobarde atentado perpetrado el pasado 21 de agosto en la ciudad de Cali contra la base aérea Marco Fidel Suárez. Este acto terrorista segó vidas inocentes, dejó decenas de heridos y sembró miedo y sufrimiento en nuestros barrios y familias.
Hoy lloramos la irreparable pérdida de Juan Diego Martínez Echeverry, aprendiz del SENA e integrante del programa de Seguridad y Salud en el Trabajo, quien apenas comenzaba a construir su proyecto de vida. Nos duele igualmente la herida sufrida por su madre, a quien extendemos toda nuestra solidaridad, al igual que a sus familiares, compañeros y amigos en este momento de profundo dolor.
Este ataque, ejecutado por estructuras armadas vinculadas al narcotráfico, es una muestra más de cómo la violencia pretende imponerse sobre la vida y el futuro de nuestro pueblo. Tal como lo expresó el Presidente de la República, es momento de llamar las cosas por su nombre: se trata de terrorismo, un mecanismo que solo busca perpetuar la guerra absurda y el sufrimiento en Colombia.
Desde nuestro sindicato, exigimos al Estado el esclarecimiento inmediato de los hechos, la captura y judicialización de los responsables, así como garantías reales de no repetición.
Cali, al igual que el Valle del Cauca y toda Colombia, no merece vivir bajo el terror. Por ello, convocamos a las organizaciones sociales, sindicales y comunitarias a mantenernos unidos y firmes en la defensa de la vida, la paz y la justicia social. No permitiremos que la barbarie nos silencie, ni que el miedo nos aparte de nuestras luchas.
SINDESENA Valle reafirma su compromiso con la defensa de la vida, los derechos humanos y la dignidad de los trabajadores, aprendices y comunidades.
