
Desde el año 2023 hemos acompañado y respaldado la construcción de una reforma laboral que busca devolverle la dignidad al trabajo en Colombia, avanzar en la formalización, reconocer los derechos a nuestros aprendices, regular el trabajo en plataformas digitales y fortalecer la estabilidad laboral.
Pese a los avances logrados con la movilización popular y el respaldo de sectores comprometidos con el cambio, la reforma ha sido saboteada, dilatada y recortada por quienes representan los intereses del gran empresariado en el Congreso. El Senado llegó incluso a archivarla en marzo de 2025, pero ante el evidente respaldo de la ciudadanía a una consulta popular que en su espíritu reivindicaba derechos no solo para la clase trabajadora, sino también para los aprendices del SENA, los trabajadores de plataforma, las mujeres, madres comunitarias, entre otros grupos, el pasado 13 de mayo de 2025, el Senado en cabeza de Efraín Cepeda, decidió revivir el proyecto de reforma laboral, trasladando la discusión a la Comisión Cuarta del Senado, un espacio sin correlación de fuerzas favorable, donde todo indica que la instrucción fue aprobar la reforma, pero cerrando la puerta a la participación ciudadana: un acuerdo entre partidos, a puerta cerrada.
Solo un resumen de los hechos que han antecedido a lo que hoy se discute en el Senado de la República.