
Desde SINDESENA hemos venido alzando la voz frente a una problemática que lamentablemente hoy es evidente para toda la ciudadanía: la politiquería se ha incrustado en nuestra querida entidad, deteriorando no solo la imagen institucional del SENA, sino también su capacidad operativa y administrativa.
En medios de comunicación y redes sociales se denuncian situaciones que desde hace años hemos venido rechazando. Cambios estratégicos sin justificación técnica, rotación constante de personal, pérdida de las curvas de aprendizaje y caos en plataformas como SENA Sofía Plus son solo algunos de los efectos de una administración permeada por intereses políticos ajenos a los fines misionales del SENA.
Lo que ocurre a nivel nacional, también lo vivimos en nuestra regional Santander, donde el director regional y varios subdirectores de centros parecen haber olvidado que son servidores públicos y no fichas de casas políticas. En lugar de fortalecer la institución, han cedido presuntamente ante presiones de actores políticos, lo cual rechazamos con contundencia.
Hechos que lo evidencian:
En noviembre de 2024, SINDESENA Santander alertó sobre presiones indebidas en el CIDT de Barrancabermeja. Contratistas denunciaron que un prestador de servicios, presuntamente vinculado a una casa política del puerto petrolero, realizaba llamadas para exigir apoyo político a cambio de continuidad contractual.
Tras nuestra denuncia, esta persona no fue contratada para 2025. Sin embargo, con el cambio de subdirector, nos encontramos con que, de forma sorpresiva, esta misma persona vuelve a ser contratada, aparentemente sin haber sido postulada por la Agencia Pública de Empleo del SENA, como corresponde y como reiteradamente lo ha solicitado SINDESENA en los espacios de relacionamiento.