
Desde nuestra organización sindical SINDESENA, expresamos nuestro firme respaldo a las reformas sociales impulsadas por el Gobierno Nacional, en especial a la reforma laboral, en la que se reivindican los derechos de los trabajadores y, de manera particular, los derechos laborales de los aprendices del SENA. Reconocemos que estas reformas constituyen un paso fundamental para la transformación del país y para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Nos movilizamos porque somos conscientes de que estas reformas cambiarán la historia de los sectores más vulnerables, garantizando condiciones dignas de trabajo y fortaleciendo la justicia social. Nuestro compromiso es con la defensa de los derechos de la clase trabajadora y de quienes se forman en el SENA para aportar al desarrollo productivo de la nación.
Sin embargo, reiteramos la necesidad de abrir un espacio de diálogo directo con usted para socializar nuestras diferencias respecto a su postura sobre la misionalidad del SENA. Rechazamos cualquier intento de modificar su función social sin un debate profundo con los actores que han defendido su rol histórico en la formación profesional integral. La formación que imparte el SENA no debe ser asimilada a la educación superior, ya que cumple un rol diferenciada y fundamental en la preparación para el mundo del trabajo.
Nos preocupa que la posible implementación de lineamientos de la OCDE desvirtúe la naturaleza del SENA, alejándolo de su misionalidad histórica y desconociendo que su creación fue fruto de un pacto social entre la clase trabajadora y el Estado. El SENA ha sido y debe seguir siendo una institución de formación para el trabajo, orientada a garantizar oportunidades laborales y mejorar la calidad de vida de millones de colombianos.
En este sentido, consideramos fundamental recordar que el debate no debe reducirse a una simple disputa de opiniones. Como señala Anthony Weston en su obra Las claves de la argumentación, argumentar consiste en “ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusión. En este sentido, no es simplemente la afirmación de ciertas opiniones ni se trata simplemente de una disputa. Nuestra postura no es una cuestión de opinión ni una confrontación sin fundamentos; es una defensa sustentada en razones históricas, sociales y económicas que merecen ser escuchadas.
Seguimos esperando su respuesta y la posibilidad de dialogar, debatir y de construir. Mantenemos incólume nuestra tarea de defensa y fortalecimiento del SENA.