Han transcurrido más de tres décadas desde que desprivatizamos al SENA. A las destinatarias de estas líneas las recordamos antes de esas fechas contribuyendo con sus mejores aportes a la Formación Profesional, la existencia de la entidad, el crecimiento de su comunidad educativa, de SINDESENA y a la transformación de la sociedad.
Pero cuando con ese esfuerzo multitudinario y más politizado, derrotamos el Decreto 2149/92, se produjo un salto que sintetizó en nuevos empeños estratégicos. En todos ellos: acompañamiento de la organización estudiantil, incidencia política y debate pedagógico, destacan las compañeras Amparo Sandoval y Aurora Campo.
El especial empeño pedagógico de nuestras compañeras es notable por sus resultados e intenso y perseverante por su aplicación. La entidad y sus trabajadores, el país y SINDESENA, y en lo personal nosotros y nosotras, integrantes de esta Junta Nacional, no tenemos palabras para decir suficiente de nuestra gratitud y detallar sus altos aportes. Tanto que no habría párrafos que alcancen para describirlos.
